miércoles, 1 de abril de 2015

MI PERSONAL FRUSTRACIÓN DEL MUNDO

MI PERSONAL FRUSTRACIÓN DEL MUNDO

Me encontraba desolado, había caído en un momento de desamparo, en el que me sentía hasta falto de pensamientos que pudieran ayudarme a salir de aquel conflicto, tal vez crisis pasajera, pero que te sumerge en una zozobra capaz de hundirte en cuerpo y alma en lo más profundo de la sin razón, porque no encuentras una salida airosa que te llene y dé valentía para afrontar el peor de los momentos, en los que todo tu ser gira en torno a todo lo negativo que te rodea, aflorando los más negros episodios de tu vida y tu entorno.

Se había apoderado de mí y me rodeaba en todos mis actos algún ser maligno misterioso, que me entorpecía mi conducta, mi mente y todo mi ser. No creo en la malignidad misteriosa, luego lo descarté. No podía ser obra de la fatalidad. Ningún ser humano puede llegar a ser tan fatal como yo me encontraba sumido en ese azar siniestro. Debía haber otra razón que me hubiera empujado al abismo fatídico, a ese inmenso y desconocido precipicio en el que  me encontraba inmerso. Me puse a pensar en ello. Debía haber un motivo.

Veía la vida con insensatez. Me parecía una pantomima, un absurdo, un disparate. (Decimos que la vida es bonita si la sabes vivir y nadie sabe vivirla, luego no debe ser tan bonita como la pintan y seguro que así resultaría de preguntarle a cada pintor de su propia vida). Para mi era un dislate, un despropósito mi vida asociada al mundo en que vivimos. Mientras se firmaran acuerdos de paz y hubiera guerras, nos prometiéramos amor y hubiera tanto odio, nos educáramos y nuestro comportamiento fuera de ineducados y groseros, hiciéramos tantas muestras de solidaridad y la insolidaridad siguiera presidiendo nuestras vidas, juráramos perdón a tantas cosas y siguiéramos vengándonos de todo, nos mostráramos compasivos con los débiles y fuéramos cada vez menos sensibles con aquéllos… Mientras, mientras … todo eso fuera así, no podía mantenerme en la lucidez, en la cordura y en la postura de poder mantener en mi pensamiento que mi vida tenía sentido porque se encontrara en consonancia mi sentir con la exhalación del mundo, del que  no emanan sino paradojas y contradicciones propias de su complejidad.


Ahora, después de reflexionar todo lo anterior, comprendía que todas esas sinrazones eran los motivos y las razones del estado en que me sumía, sin embargo no alcanzaba a entender el por qué sucedían continuamente esas contradicciones e injusticias en la vida, ni el por qué debían afectar a mi estado de ánimo, perturbando mis entrañas, sin dejarme gozar en armonía y lucidez mental en mi presente, dejando en el olvido el pasado, sin querer descubrir nada del futuro y aferrado a mi presente,  al presente que yo pretendía, no al presente que a mi alrededor se cernía.




Lucho por salir de ese estado anímico enterrado en la incomprensión. Estoy en contra de la maldad y todas sus características y adjetivos, abogo por el total respeto hacia los más y los menos prójimos, cercanos o lejanos, pero prójimos. Hemos de cambiar el mundo en que vivimos, revestirlo de humanidad, en donde el amor, la ternura, la caridad, la sensibilidad, y la comprensión reinen en todos nuestros actos. De este modo podremos conseguir para todos un mundo mejor.

isidrojimenez.com



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