domingo, 3 de abril de 2022

CÓMO SE PRODUCE LA INFLACCIÓN

 CÓMO SE PRODUCE LA INFLACCIÓN.


Si imprimir dinero está en manos de los humanos, ¿por qué no imprimen dinero suficiente para que nadie sea pobre en este mundo?


Imagina que el mundo solo vivimos tres personas: Juan que tiene cerdos, tú que tienes gallinas, y yo que tengo trigo.


Un día nos damos cuenta de algo particular: Juan quiere huevos, tú quieres trigo y yo quiero carne, pero no quiero pollos ni huevos.

O sea que, para conseguir lo que queremos, debemos esperar que quiera vender el que tiene lo que queremos … es un rollo.


Así que decidimos algo: vamos a poner un valor claro a las gallinas, trigo y cerdos. Mira, una gallina equivaldría a un trocito de papel, un cerdo a 3, y un saco de trigo a medio. Bien, ya tenemos una «moneda».


No obstante ¿cómo hacemos para que el valor sea real? Bastante simple, contamos cuántos cerdos hay, cuántas gallinas y cuántos sacos de trigo, por tanto solo hacemos tantos trozos de papel como cerdos, gallinas y sacos tenemos, ni uno más.


¿Qué pasa ahora? Ya puedes comprar lo que te da la gana porque no estás dando la gallina, estás proporcionando el potencial de poseer una gallina.


Por consiguiente ¿qué pasa si Juan piensa que es demasiado pobre, así que se le ocurre imprimir más dinero para poder comprar más gallinas y trigo?


Veamos. Juan imprime más papelitos y, por ende, compra y compra. De repente, cuando vamos a comprar, Juan nos pide más dinero por los cerdos —esto debido a que ya sabe que hay más dinero que cerdos—, en otras palabras, nuestra moneda se desvaloriza; como consecuencia, nosotros elevamos el precio de las gallinas y el trigo. Todo se ha vuelto más caro.


¿En realidad alguien se hizo más rico? No, Juan solamente nos estafa un poco hasta que nos damos cuenta, de ahí nuevamente nuestra economía se regula gracias al mecanismo conocido como «inflación».


Si introduces moneda sin tener con qué cubrirla, no generas valor, generas inflación, la cual debilita la economía pues en el mundo no solo hay 3 personas, hay muchos países. Si estos países ven que tu moneda se debilita, perderán fe en tu mercado y no querrán invertir en tu país, por consecuente, tu país se haría aun más pobre. A causa de esto, es muy importante que el dinero sea un reflejo realista de lo que el país tiene y produce.

viernes, 11 de octubre de 2019

NECESIDAD DE LA CONCENTRACIÓN PARCELARIA




En 1973 se creó el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario en el que se refunde el Servicio de Concentración y el Instituto de colonización y a su vez se promulga la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario (LRYDA), que en su Título VI contiene el procedimiento de concentración parcelaria. Con dicha Ley se realizaron gran número de concentraciones y posteriormente, a medida que las Comunidades Autónomas van adquiriendo competencias, algunas promulgaron leyes sobre esta materia, pero en términos generales son muy similares a la mencionada LRYDA, ya que es difícil realizar el procedimiento de otro modo.

Cuando nos referimos a la concentración parcelaria, se habla de rentabilizar las explotaciones agrarias, mediante la reordenación de territorio y la redistribución de la propiedad. Visto así todo son ventajas.
Efectivamente el progreso en el campo y su explotación no se lleva bien con la división y la fragmentación de tierras y propiedades. Si se pretende una mayor rentabilidad de las tierras, una mayor producción con menor coste y menor gasto, es evidente que habría que desterrar la histórica fragmentación de terrenos producidos a lo largo del tiempo principalmente por particiones por herencias de varias generaciones, que han sido una dificultad e impedimento para el crecimiento de las explotaciones agrarias, la utilización de maquinaria y un excelente aprovechamiento de la superficie.
Seguramente todos recordamos cuándo se empezó a trabajar en el empeño de hacer esa concentración parcelaria en Sisante, que despertó incredulidad para muchos que no lo veían viable, ni tampoco podían aceptar que aquella viña u olivar que fue de su padre o abuelo, cayera ahora en manos de otro que no había dejado allí el sudor de su frente, como se temía que no fuera, esa concentración y posterior reparto, de equidad, en donde todos salieran ganando y nadie perdiera, un final increíble y harto difícil. Y también, por qué no decirlo, despertó en otros la posibilidad de aunar sus pedazos en una o dos grandes parcela, que hubieran facilitado su explotación, su venta, o su alquiler. Pero todo quedó en agua de borrajas a juzgar por los resultados.
Seguramente después también, pasado el tiempo sin haber prosperado aquel empeño por unir tierras que facilitaran las tareas agrícolas, más de uno habrá comprobado, aunque se opusiera en su momento, que lo que se pretendía hubiera sido beneficioso para el pueblo. Y es que, con los procesos de concentración parcelaria se pretende conseguir una ordenación de la superficie agraria que permita un uso adaptado a las necesidades agrícolas y forestales de cada zona.
En Sisante se pierde el tiempo en traslados y desplazamientos a las distintas tierras, en el transporte de maquinaria y aparejos y el dinero en gasoil y, respecto al agua, tampoco es factible con una sola toma abastecer de agua las distintas tierras dispersas, amén de otros inconvenientes, de recogida, siembra, siega, vendimia, etc., que son conocidos por cualquier agricultor.
El por qué no fue posible la concentración en un pueblo como el nuestro, en donde las parcelas son cada vez más pequeñas y algunas en desuso por no rentables, ahí queda en las mentes de quienes no lo facilitaron o no lo hicieron posible. No me voy a meter en este tema, aunque, supongo que las propiedades se hubieran revalorizado, lo que precisamente no hubiera facilitado la compraventa de las pequeñas tierras que ahora se comercializan a bajo coste. Tal vez es más interesante que esas minúsculas tierras sigan no siendo rentables y mantengan su precio bajo para quienes van formando sus grandes predios, como si fuera una concentración parcelaria privada.
No obstante, cuesta creer que pueda alguien negarse a los beneficios que conlleva la concentración, en donde, como decíamos al principio, todo son ventajas, porque con el incremento del tamaño de una explotación se optimizan los recursos de la misma y se obtiene una racionalización del capital, utensilios y fuerza de trabajo. Pero sin duda debió haber quienes se opusieron y dificultaron que se llevara a cabo la concentración, y ha de ser así porque no quedó constancia que hubieran surgido dificultades técnicas en la elaboración del proyecto, ni que fuera la distinta orografía o los distintos cultivos del término municipal los que impidieran hacerla. Ha habido otros pueblos de peor orografía y de mayor diversificación de cultivos que hoy están encantados de haber echo en su día la concentración. Algunos de esos pueblos son limítrofes con el nuestro.
Pero ya no se trata de lamentarse de algo que no llegó a ser, sino de tomar nota del gran error que, consciente o inconscientemente, se cometió y no hubo la suficiente concentración, esta vez de personas implicadas, que dejando fuera del procedimiento a los opositores, defendieran la concentración parcelaria como algo vital para el pueblo y sus agricultores. Recuerdo el empeño y el coraje que aunó a los habitantes de  este pueblo para defender la cobertura sanitaria, pues ese mismo espíritu debió imperar en defensa de la concentración.

Decíamos que todo son beneficios, pero en honor a la verdad también hay perjuicios. Ambos los expongo a continuación:
Beneficios:
-Saneamiento de la propiedad , mediante la identificación, titulación y registro de la propiedad rústica, reduciendo con ello la litigiosidad sobre los predios y simplificando la tramitación de las ayudas relacionadas con la agricultura y ganadería, petición de subvenciones, tramitación de cualquier incidencia legal, etc.
-Mejora el aprovechamiento y la rentabilidad, al reducir el número de fincas y aumentar su superficie y al aumentar la dimensión media de las mismas, la puesta en valor de zonas marginales, las mejores formas geométricas derivadas de la nueva red de caminos y el agrupamiento de los lotes por explotaciones.
Hay que decir que las obras propias a la concentración parcelaria (red de caminos, red de saneamiento, restauración del medio natural, etc.) están consideradas de interés general y son sufragadas íntegramente con cargo a los presupuestos de las Comunidades Autónomas, es decir, son totalmente gratuitas para los propietarios y conllevan una mejora general de las infraestructuras mediante el diseño de una red de caminos con anchura y características adecuadas a los medios de producción de una explotación moderna, favoreciendo el drenaje de las fincas y dotando a todas las fincas de reemplazo de acceso directo a camino eliminando las servidumbres de paso, salvo casos excepcionales.
-Aumento de la vida útil de la maquinaria, sobre la base de una menor necesidad de transporte debido a la mejora de caminos y a la disminución en el número de maniobras al presentar las nuevas fincas una mayor dimensión y mejor trazado.
-Un uso más racional del agua. La nueva ordenación del territorio y las infraestructuras generadas favorece la instalación de nuevos sistemas de riego.
Hay una serie de actuaciones para corregir problemas vinculados a la concentración de actuaciones de restauración medioambiental, como: la revegetación de arroyos, restauración de canteras, creación de espacios arbolados, recuperación de fuentes y abrevaderos, creación de zonas de esparcimiento, etc.
Prejuicios:
Respecto al costo económico, el proceso es muy largo, de unos 10 años desde el inicio hasta la toma de posesión y la entrega de las escrituras. Además, este tiempo supone una cierta paralización en la explotación agrícola de la zona.
Costo medioambiental, con la desaparición de márgenes, ribazos y espacios perdidos, que va en contra de la flora y fauna que en ellos habita. Además, el mayor rendimiento que se obtiene una vez se finaliza el proceso con frecuencia se debe a un mayor uso de productos químicos, motivo por el que la concentración parcelaria entra dentro de los anexos de la ley de evaluación de impacto ambientales. Los efectos son de gran alcance, por el resultado de una concentración poco sensible es un desmonte general de las lindes, una parcelación diseñada con criterios análogos a los de un polígono industrial, y la generalización de las alambradas como procedimiento universal de cierre.
Con posterioridad se producen actuaciones en cascada tendentes a mejorar los drenajes de las tierras, eliminar obstáculos que dificulten la mecanización y el cultivo de las parcelas y allanar los accesos a las fincas.
A la vista del tiempo que conlleva este procedimiento de parcelación y determinados inconvenientes y, a su vez, ventajas, aquí dejo este sentir de este sisanteño que espero sea de tu agrado.
Isidro Jiménez




viernes, 9 de agosto de 2019

¿Hasta cuándo estaremos hablando de la crisis económica?



A principios de 2007 ya vislumbramos los comienzos de la crisis, momento en que en la economía española se viene observando una caída, aunque leve, del empleo, con respecto a la tendencia hasta esas fechas en que crecía el empleo trimestre tras trimestre, de acuerdo con los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa).
Convencionalmente el comienzo de la crisis, que se considera sistémica y no sólo económica, se establece de forma general en el 2008 y se cita para sostener este criterio la quiebra en septiembre de este año de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión en Estados Unidos, tras 158 años de actividad ante el fracaso de las negociaciones con las dos entidades que en un principio se perfilaban como posibles compradores, Bank of America y el grupo británico Barclays. La quiebra de este banco fue consecuencia del estallido de dos burbujas que se habían venido gestando y alimentándose mutuamente desde bastante antes, sobre todo en la economía de los Estados Unidos de América y que habían conseguido contaminar a todas las economías más desarrolladas de la Tierra. Estas burbujas fueron la del negocio financiero y las del subsector de la construcción residencial.

La destrucción de empleo a partir de 2008 se produjo a toda máquina, especialmente en España. Las tasas de empleo cayeron, las tasas de paro se incrementaron y la tasa de crecimiento del PIB real se redujo. Concretamente, entre el cuarto trimestre de 2007 y el cuarto de 2008, la tasa de paro en España pasó del 8,6% al 13,9 %. En el mismo periodo las tasas de empleo pasaron del 54% al 51,8% y la tasa de crecimiento del PIB real en el mismo periodo se redujo del 3,6% al 0,9%.
La crisis sigue y no parece terminar, porque las previsiones más optimistas, para las economías más desarrolladas, tampoco prevén un crecimiento real capaz de crear empleo hasta dentro de 4 ó 5 años. Esta crisis ha trastocado profundamente algunos mecanismos básicos para el funcionamiento de las economías y las sociedades más avanzadas, como por ejemplo la no supeditación del papel del Estado a los intereses particulares, que ha quebrado completamente con la connivencia entre los reguladores financieros y la banca privada. Y esto ha ocurrido en los Estados Unidos, en Europa y también en España. Otro ejemplo de esta quiebra de aspectos básicos es el relacionado con la absoluta impunidad con la que se han blindado los verdaderos responsables de la crisis, una vez más con la complicidad de gestores públicos venales. El Estado de Derecho está a punto de saltar por los aires, si no lo ha hecho ya, en aspectos clave del funcionamiento del sistema, pues no hay sanción para los culpables de haber arruinado muchas empresas y muchas vidas, de manera deliberada.

La Encuesta de Población Activa (EPA) recogió entre los últimos trimestres de 2007 y 2008 una tasa de paro del 8,6%. La economía funcionaba a pleno empleo del factor trabajo, y la tasa de paro estimada se asimilaría a la respectiva tasa natural de desempleo. Aquellos eran los tiempos en los que, trimestre tras trimestre, se seguía creando empleo, y en esas etapas del ciclo, las expansivas, suele haber una menor tasa de paro y una mayor tasa de empleo, en concreto del 54%.
La tasa de paro de España a finales del 2010 es del 20,3%, 11,7 puntos porcentuales más que en 2007. La tasa de empleo fue del 47,8%, 6,2 puntos porcentuales menos que en el cuarto trimestre de 2007.
En los siguientes años no puede decirse todavía que se ha llegado ya al fondo de semejante pozo, por lo que la situación del empleo y el paro ha seguido empeorando. De hecho se ha estado hablando siempre de brotes verdes y nos han venido otoñales, muy lejos de la primavera soñada más a corto plazo.
Si nos referimos al déficit público no ha hecho otra cosa que incrementarse tanto por lo que se refiere al Estado como al conjunto de las  Comunidades autónomas, como no podía ser de otra manera al caer los ingresos por impuestos y mantenerse sustancialmente los gastos, o incrementarse como ha ocurrido con el gasto por prestaciones de desempleo dependientes de la Caja Única del Servicio de Empleo Estatal.

La inflación comienza a incrementarse por encima de lo que correspondería a una economía tan estancada como la actual, dibujando uno de los peores escenarios imaginables, el de la estanflación, es decir: estancamiento con inflación, que no hará otra cosa que dificultar más una pronta recuperación del empleo. Una subida de los precios como la actual, que no es consecuencia de una tensión provocada por la expansión de la demanda agregada, sino más bien como consecuencia de estrategias especulativas que estarían afectando al precio de los alimentos y de primeras materias básicas, es decir es más bien fruto de una contracción de la oferta agregada y no augura nada bueno para el empleo.
El mercado de trabajo está soportando la parte más dura del ajuste, aquella que se traduce en perdidas de empleo e incremento del paro, o sea, cierre de empresas y personas que se quedan sin trabajo, así como un descenso brutal de la probabilidad de volver a emplearse o encontrar el primer empleo. También forma parte de este proceso de ajuste un notable deterioro de las relaciones laborales, en forma de pérdidas efectivas de derechos laborales y mayor dificultad para el ejercicio de tales derechos. Todo ello se ha agudizado y ha sido consecuencia de la  Reforma Laboral

Afecta de forma distinta a hombres y mujeres, a jóvenes y adultos, a españoles y extranjeros… Por poner un ejemplo, que la tasa de paro de los hombres se sitúe por encima de la de las mujeres, sucedió por primera vez en 2010, desde que hay datos de la EPA, es decir, desde 1976. No obstante, a pesar de lo significativo que es este dato por ese detalle, la desproporción entre hombres y mujeres es manifiesta, en contra de las mujeres, si se tienen en cuenta las otras tasas que expresan la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Dicho de otra manera, para guardar la adecuada proporción entre todas las tasas, la de paro de las mujeres debería ser todavía más baja con relación a la de los hombres; ya que sus tasas de actividad y empleo son bastante inferiores.
En esta crisis siendo mujer, joven y extranjera no comunitaria, se ha tenido una alta probabilidad de quedarse en paro si se estaba trabajando, y tienen la misma alta probabilidad de no encontrar empleo en este momento, o de que el empleo que se encuentre sea de los empleos basura, por su salario y condiciones laborales generales.
También ha incidido en la agudización de la crisis la llamada burbuja inmobiliaria, que estalló como una mascletá valenciana en 2008, lo que supuso que muchas viviendas terminadas se quedaron sin comprador y siguen sin encontrar uno, entre otras razones porque la banca controla con mano de hierro la oferta de vivienda para impedir que los precios caigan todo lo que deberían hacerlo. También supuso un endeudamiento excesivo para muchas familias que se metieron en un mal negocio, que les está pasando facturas casi insoportables. Los desahuciados de sus viviendas son la punta del iceberg de ese drama, muchos de los cuales siguen teniendo, después del desahucio, cuantiosas deudas con los bancos que les concedieron la hipoteca. Cuando lo más normal, lo más justo, e incluso lo más eficiente en términos económicos sería que la entrega de la vivienda cancelara toda la deuda, lo que se llama dación en pago. Esta norma, complementada con alguna otra, sería más eficiente porque obligaría a la banca a ser más prudente a la hora de conceder créditos. La imprudencia en la concesión de créditos hipotecarios y los activos generados a partir de ellos, han sido una de las causas de la actual crisis.
Esta situación, que afecta más a los más pobres, como siempre, está lejos de normalizarse, pues los causantes de este desastre están resultando especialmente impunes, ya sea en el estricto ámbito del negocio inmobiliario, o en el de su colaborador necesario: la banca y las cajas de ahorro. No solamente está lejos de normalizarse, sino que muchos “ladrilleros”, financieros y políticos siguen tratando de reeditar otra burbuja inmobiliaria, ya que no tienen en el horizonte ninguna otra, que sea capaz de generarles los beneficios de todo tipo asociados a la de naturaleza inmobiliaria, ya que otras potenciales, como la de primeras materias o alimentos no tendría un impacto tan amplio y “popular”.
Los últimos datos comparables de la Unión Europea, indican que España dedica a gasto público social el menor de los porcentajes de la Europa de los 15, cuyo promedio.. España está en último lugar de esta lista, por debajo de Portugal y Grecia. La misma posición ocupa si se comparan los gastos públicos per capita.
Con la crisis, sin duda la posición de España ha empeorado, en el sentido de que se ha alejado más del promedio europeo en gasto social, debido a los recortes que ya se han producido en significativas partidas de ese gasto, como el relativo a pensiones, salarios de los empleados públicos vinculados a la prestación de los servicios públicos, reducción de empleo, disminución del gasto en gestión e infraestructuras para la prestación del servicio, …Y esto no acaba aquí, pues con la reducción de déficit público los recortes en el gasto público social se van a seguir produciendo, ya se están produciendo. No es prometedor precisamente el futuro del gasto social en España. También han sido  las Comunidades Autónomas las que ha propuesto el copago de algunos servicios públicos, como la sanidad o la educación, y aunque sus correligionarios le han dicho que eso no está en el programa político del Partido Popular, sólo hay que mirar el respeto que nuestros políticos tienen a lo que escriben en los programas electorales, para echarse a temblar.
La pereza moral e intelectual de quienes nos gobiernan es un inconveniente serio para que el gasto público social tenga entre nosotros el tratamiento adecuado. La obsesión con el déficit, aunque sólo por el lado de los gastos, no de los ingresos, casi siempre les lleva a encontrar las soluciones al mismo en las partidas del gasto social; sin embargo, se podrían aumentar los ingresos por la vía de recaudar más, subiendo el gravamen a los que disponen de grandes patrimonios o riqueza excesiva. Nunca se cuestionan la inutilidad de algunos gastos, también en parte públicos, como los de determinadas autopistas y aeropuertos o televisiones autonómicas, por citar algunos ejemplos.
Las proyecciones más optimistas de los organismos públicos o privados acerca del momento en que se comenzará a crecer lo suficiente como para crear empleo neto, indican que faltan todavía tres o cuatro años para que ocurra tal cosa. No obstante, hay un consenso bastante amplio acerca de que las economías más significativas de la Unión Europea, entre las que cabría incluir a la española, saldrán todas ellas de las cifras negativas de crecimiento, aunque no con la suficiente intensidad como para crear empleo neto. En cualquier caso, todavía quedan zonas muy oscuras en todas las economías importantes, también en la alemana, por ejemplo, y más concretamente en su sistema financiero, que podrían evolucionar en el sentido de devolvernos a los peores momentos del año 2008. Es conocido que alguno de los países centrales del euro ha llegado a proponer la cancelación de la nueva moneda y la vuelta a las originarias, en vez de dar los pasos políticos (mayor integración) y económicos (política fiscal común y presupuesto de la Unión Europea) necesarios para fortalecer la moneda y la unión política. Las políticas económicas de reducción de los déficits públicos a toda costa en momentos de recesión, que se propugnan, sobre todo por Alemania y Francia, como última tabla de salvación del euro, pueden retrasar tanto la recuperación y debilitar de forma tan notable a las economías reales de la Unión, que pueden convertirse en los auténticos sepultureros del euro.
Los partidos políticos con posibilidades de gobernar están prisioneros de la vieja ortodoxia en el ámbito de las políticas económicas. Da la impresión de que no han entendido la crisis, y si la han entendido no están dispuestos a tomar las medidas necesarias para salir de ella. Uno de los mantras más extendidos es que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y, en consecuencia, ahora la mayoría debemos vivir por debajo de ellas. Es probable que algunos hayan vivido por encima de todas nuestras posibilidades, son los mismos que ahora nos quieren meter a todos en cintura, con el objetivo de poder seguir con su misma lógica.

La vieja ortodoxia económica venía postulando desde hace más de treinta años, que las economías más desarrolladas de la Tierra ya habían superado el ciclo económico, y por ello nunca más volverían las etapas de recesión o estancamiento. Mientras decían esto también tenían lugar ciclos económicos, alguno de los cuales (el de comienzo de la década de los noventa del Siglo XX) puso a la economía española una vez más a los pies de los caballos. Cuando te repites una mentira sin fundamento muchas veces acabas pensando que es verdad y por lo tanto no te la cuestionas. El proceso de instalación de una gran mentira lleva consigo, además, la neutralización de los que dicen lo contrario, con lo que cuando llega el problema que contradice a la mentira, los viejos mentirosos, por supuesto, siguen sin entender el problema, y son incapaces de resolverlo, y además sacan toda la artillería a su disposición (tienen mucha) y disparan en todas direcciones, para seguir haciendo el suficiente ruido que nos distraiga otra vez de la cabal comprensión de los verdaderos problemas. Y en estas estamos, con los partidos políticos más perdidos que elefante en ferretería, eso sí con un gran ente al que poder apelar para poder cometer todos los desmanes posibles en su nombre. Este ente es el mercado, donde están camuflando todas sus responsabilidades los que nos han conducido a esta situación, entre los que cabe incluir a gestores sin escrúpulos que han puesto Estados completos, o Comunidades Autónomas, al servicio de intereses muy particulares, tan particulares que no resulta nada difícil ponerles nombres y apellidos.
Una crisis que dará ,mucho que hablar a lo largo de la historia porque fue muy fuerte, impactó de inmediato y fue genaralizada en España y en nuestro entorno. ¿Nos servirá de ejemplo para evitar cualquier otra?

EL POR QUÉ DE LA INDEPENDENCIA




Me siento confuso. Viajo a menudo entre dos países y encuentro en el país en conflicto, que es en el que vivo, menos problemática y conflicto que el que se cree el país que me vio nacer. Me perturba esta situación porque sería de mi agrado que los que nacieron castellano manchegos como yo, desde la lejanía de Cataluña, supieran interpretar sin errores lo que realmente ronda en las mentes de los, nacidos o  residentes en Cataluña, los que en definitiva tienen su vida, su familia, hijos, nietos y allegados en esta tierra.


No comulgo con cuanto se vierte sobre el tema catalanista desde el Presidente del Gobierno hasta el último de los mortales de este país que es España. Todos vamos a remolque, hasta los medios informativos, políticos, medios sociales y ciudadanos, de cuanto dice o hace el President de la Generlitat de la Catalunya, provocando de esta forma una aureola de independentismo y una problemática inexistente, que el residente de Cataluña no alcanza a comprender y que en la mayoría de los casos ni se la plantea.

La mayoría de los de fuera de Cataluña pensarán que esos catalanes, - a quienes Franco aplacó sus iras con mimos a lo largo de su historia, mediante apertura de empresas emblemáticas o infraestructuras de envergadura, como si de premios se tratara  para aplacar cualquier atisbo separatista y a quienes se les reconoció como Comunidad histórica en la nueva Constitución para unirla en sentimiento a España -, son unos insaciables que no pararán en perseguir un Estado propio.


 A todos esos, los que no conocen in situ lo que está pasando en Cataluña porque viven en la lejanía, en su ciudad o pueblo, donde todo pasa pero nada es fundamental, les pediría que no se esfuercen en manifestar connotaciones del problema catalán que no existen, porque refuerzan ese ánimo que unos pocos pudieran tener por el afán de independencia.


A los que, por distintas razones y motivos nos ha tocado vivir en Cataluña, no puedo ponerles en cuestión si están al lado o no de la independencia, porque a buen seguro no tienen ni la opción de planteárselo, si partimos de la premisa de que en su pueblo o ciudad natal solamente mamaron unidad y no separación.

Pero, centrándonos en la separación o el independentismo que se está planteando ahora en Cataluña, me choca que este planteamiento se haya provocado ahora y me choca por el hecho de que, desde la Constitución de 1978, existe ya ese independentismo o separación, a raíz de la creación de las Comunidades Autónomas, diecisiete en total, que vertebraron España de facto, cada unas con sus competencias respectivas, dispares en muchos casos a medida que han ido absorbiendo más y más competencias y con una simple nota de unidad de la España en que vivíamos, como es el hecho de que el Gobierno Central se atribuyera unas competencias exclusivas o intransferibles.

¿No cree Vd. que si las pensiones no fueran competencia del Estado, se estarían preguntado una gran mayoría de pensionistas dónde fijar su residencia, porque cada comunidad tendría un sistema propio de pensiones y éstas diferirían en cada Comunidad Autónoma? Ya está pasando con la sanidad esta disparidad por no decir disparate y con el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas que permite en unas comunidades unas deducciones distintas de otras o subidas de impuestos más gravosos. Hasta el I.B.I. es desigual en cada municipio, aunque este sea otro tema. Esto parece más que un país de autonomías un Estado de Estados Federales.

El problema catalán que últimamente se suscita en todos los medios no es de recibo. Es un problema, pasando `por alto la historia, creado por los padres de la Constitución de 1978 que permitieron, aunque sus razones de peso tuvieron en su momento, la vertebración de España en diecisiete pequeños Estados bajo el camuflaje de comunidades autónomas y que a los Presidentes de Gobierno posteriores les ha obligado avanzar en la línea de dar más y más competencias a cada uno de ellos para acallar sus ansias de poder.

Ahora se planea la cuestión de si una Cataluña independiente la constituiría en un Estado viable económicamente, hasta el punto de prestar a sus ciudadanos cuantos servicios un Estado debe prestar. Según Artur Mas y sus compañeros de viaje, los llamados Junst pel Sí, (Juntos por el Si), Cataluña independiente sería un Estado "con superávit, más justo y progresivo" que la Cataluña actual que, en palabras de Mas, está lastrada por su macro dependencia del Estado español. Según los contrarios a Mas, el coste económico sería tal que, aun siendo un Estado viable económicamente, los beneficios serían insuficientes para dos o tres generaciones.

¿Pero qué cifras manejan unos y otros? Los primeros consideran que el déficit actual de Cataluña, de 5.000 millones desaparecería y se obtendría un saldo positivo de 11.590 millones, incluso después de haber costeado la transición a la independencia o creado las estructuras de Estado como dice Artur Mas. German Bel, economista y número uno de Junts pel Si en Tarragona, dice que un 40% de los impuestos que pagan los catalanes marchan y no vuelven, unos 2.200 euros por ciudadano de Cataluña al año, casi 16.000 millones de euros en total, un total de 7,7% de nuestro PIB. Esa cifra elevaría el PIB por habitante de una Cataluña independiente por encima de la media de la UE, lo que permitiría llegar a la independencia con dinero extra en el bolsillo. En el lado de los impuestos y tasas fiscales, Cataluña solo tiene que reivindicar una redistribución más equilibrada de su rendimiento entre la Administración Central y el conjunto de las comunidades autónomas, y si ello procede, la corrección de privilegios que supondrían una competencia desleal desde otras comunidades. Es en el lado del gasto público donde se produce la gran injusticia con Cataluña, cuyos ciudadanos, que son los que pagan impuestos y tasas, tienen derecho a servicios públicos de educación, sanidad y asistencia social y a infraestructuras de nivel igual al de los ciudadanos de otras comunidades. La actual discriminación que se traduce, a título de ejemplo, en mayores pagos a colegios concertados, seguros sanitarios o peajes de autopista, perjudica sobre todo a los ciudadanos de rentas más bajas que también existen en Cataluña.

¿Qué pasaría con las pensiones? Los independentistas aseguran que la Seguridad Social catalana partiría con un saldo positivo de 24.126 millones, mientras que los contrarios no se cansan en repetir que no podría pagar las pensiones.

No nos olvidemos del déficit de la Comunidad catalana. El President Mas está convencido de que el nuevo Estado asumiría la parte proporcional de la deuda pública española que supera el billón de euros. Según un estudio de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) se estima que el nuevo Estado debería quedarse con 85.000 millones de euros de la deuda del Estado. Sin embargo, si se calculara la parte del PIB que representa Cataluña en el conjunto de España (el 18,7%), el nuevo Estado catalán tendría que asumir unos 200.000 millones de euros. Teniendo en cuenta que el PIB catalán ascendió en 2014 a 199.786 millones de euros, Cataluña nacería como Estado con una deuda pública del 100%. 

Respecto a las empresas y el comercio, en el tema de exportaciones e importaciones las cifras también bailan. La gran patronal catalana, absolutamente contraria a la independencia, augura una caída de las exportaciones y de las importaciones y cree que los productos catalanes se encarecerían y perderían competitividad. Es más, algunas de las voces en contra de la separación de Cataluña, aseguran que sólo las ventas al mercado español de los productos catalanes se reducirían un 30%, lo que acarrearía más pobreza y más paro. Los independentistas ponen en duda este dato y dicen que no entienden por qué tendrían que reducirse las exportaciones ni resentirse las relaciones comerciales con el resto de España y del mundo.

Mas aseguraba hace escasos días que en un Estado independiente habría más empleo y ponía como ejemplo los 70.000 puestos de trabajo que se crearían para poner en marcha las estructuras del nuevo Estado. Eso significaría reducir el paro al menos un 10% de un solo plumazo: actualmente en Cataluña hay 726.000 parados, y la tasa se sitúa en el 19,1% frente al 22,37% de España. Pero más allá de esa reducción, los soberanistas no han sido capaces de explicar por qué y cómo habría más empleo en un Estado catalán independiente.

En este orden de cosas, en este vaivén de cifras y manifestaciones apelo con mi humilde pluma a la cordura, a que en el plano político y económico no se engañe a nadie desde ningún bando, que  haya sensatez en cuantas decisiones se hayan de tomar y se aplique la Constitución para erradicar el problema, o se modifique en lo necesario, para evitar rupturas que, como en las guerras, sufre el que está en la trinchera, el ciudadano a quien que le tocó ser catalán.

Isidro Jiménez


viernes, 19 de julio de 2019

Reflexiones sobre la vida


REFLEXIONES

Daría algo porque no se derritiera nunca la nieve. Recuerdo la nevada de aquel día, la necesidad que sentía de blanquear mi mente y, como con una goma de borrar, olvidar tantos problemas, no míos, sino de otros que te llenan la mesa, la mente y tu ser y ya no sabes qué hacer. Te sientes oprimido, estresado y falto de tiempo. Es necesario salir del escenario que te crea esta congoja. Ese día de nieve fue la solución. La nieve enfría la mente, te cierra los ojos con su blanco intenso, te deja más tranquilo, no tan tenso y te ayuda a equilibrar cuanto hay en tu ser que te pueda ayudar.




Me gusta examinarme y describirme, por ello quiero añadir una descripción y quién mejor que yo, que me conozco o al menos así lo creo y quiero deciros que este señor no soy yo. Ese es el que se me anticipó, que no es otro que el que era antes yo, porque los cambios son normales en toda evolución y el evolucionado no es él sino yo, él es quien era yo.

Posiblemente lo hayáis entendido, pero no es fácil si no lo habéis vivido, pues no se puede estar dentro de nadie y entender sus sentimientos, pues el ser humano tiene mucha arena, mucha agua, barro y hasta sedimento, de modo que es farragoso su cauce y nadar por la vida peligroso.

Y pensando en mi, he venido esta tarde a echar un vistazo al rancho, donde, después de un paseo por el entorno, me siento ancho, viendo la gran superficie que vallé y parece que fue ayer. Ha transcurrido mucho tiempo y consumido muchas horas en el intento, ahora habrá que esperar a que dé sus frutos, con tiento.


Te acuerdas de todo lo pasado? Tal vez haya pasado demasiado tiempo, pero no es lo más importante. Lo principal es que el pasado está en el recuerdo y yo me acuerdo.

Recuerdo cuando estuve en el desierto. En el desierto la vida transcurre a lo nómada, pues es una vida un tanto anómala. Ah, no, mala no, simplemente entre nómadas y mucha arena, eso sí en forma de dunas porque el viento las destroza y las amontona. Qué tontuna eso de que la arena se disgrega y se aúna. A esto le llaman desierto porque no hay plantas, ni una.

Ahora me considero ya un hombre de pies a cabeza. Desde ahora a mi niñez hay una gran brecha, que me reconforta haberla sorteado para llegar hasta aquí con esta pinta de un hombre apuesto y feliz. Y si no que me lo digan a mi, que de cuanto pasó en mi vida, me reí.


En estos momentos estoy apresuradamente aprovechando el tiempo, ese tiempo del que nunca dispuse y siempre anhelé y en el que ahora me reconforto, al lado del mar o el puerto, en la montaña o cualquier otro lugar, o simplemente en la ciudad.

Pero de vez en cuando pienso en qué poca cosa somos y en qué miniatura quedamos cuando determinado momento de nuestra vida se comprimen en una foto. Y la rabia que da cuando clicas en la foto para aproximarla y hacerla mayor y poderme ver mejor y sigues viéndome igual. Es que así no se hace, mejor sujeta la tecla control mientras alejas la rueda del ratón.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

SOBRE LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA


SOBRE LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA

¿Cuánto tiempo estaremos bajo la amenaza de cuantos, engañados, pretenden seguir engañando, sosteniendo como verdad absoluta su mentira, su verdad o su mentira que nunca han explicado, porque ni ellos mismos saben en qué consiste ni cómo conseguirla? Me refiero a la independencia de Cataluña.


 Cada día la prensa nos bombardea con las mismas noticias y es increíble que hayan transcurrido tantos años sin que se hiciera nada mientras se venía cociendo y sentando las bases durante la época del pujolismo y posteriormente durante los años de Artur Mas. Tal vez nadie pensó que llegarían tan lejos o no se creyó en aquel entonces, sin embargo hemos llegado ahora a creer que todo es posible, que se puede actuar contra la Constitución, que se puede desobedecer las leyes, actuar en contra de las sentencias y además decirlo públicamente e inducir a que la gente actúe fuera de la Ley. Incluso meterse contra la monarquía y el propio rey parece tan normal como un comentario de calle. Esto crea en los ciudadanos una situación irritante poniendo en peligro la convivencia.


Más de uno pensará que todo eso es normal y hasta legal, como lo pensaban cuando se celebró el referéndum del 1-O, por ello decían que era increíble la actuación de la policía, a pesar de estar cometiendo un acto de subversión. Y hay que ser idiota para creer, pero la actuación de los golpistas lo tenía todo muy preparado para hacer creer en lo que era una farsa. No debemos olvidar que después de el uso de las redes sociales y de los medios telemáticos, recibiendo imágenes de cabezas abiertas, agentes arrastrando personas por el pelo, un montón de heridos, miles que luego fueron dos, unos de los cuales por enfermedad y otro/a porque se lo inventó, después de todo esto todavía hay mentes privilegiadas que tienen una fe ciega en lo que quieren. Están un su derecho, dirán.


Quieren la independencia y a costa de lo que sea, con las falsedades que haga falta, arruinando al país, empobreciendo a la gente, obligando a las empresas a huir, obligando al Gobierno  a estar más pendiente de los insurrectos que de las necesidades del país, estando el parlament sin actividad pero cobrando los diputados y los ciudadanos a la espera de que le resuelvan sus problemas. Mientras tanto los líderes políticos de las formaciones independentistas preocupados por fomentar la ilegalidad, por actuaciones y pronunciamientos  contra todo lo que representa a España, por ningunear a España, su rey y sus instituciones, tratando de desprestigiarla como una gran democracia.

Desde el pasado 1-O no han aprendido nada, ni con la huída de empresas ni con el revés económico general que representa la sola idea independentista en Cataluña.

Todos los estudios económicos sobre una Cataluña independiente se han hecho considerándola dentro de la Unión Europea o al menos dentro del espacio económico europeo de mercado único.

Sin embargo, la UE ha advertido en muchas ocasiones que eso no sucederá: si Cataluña se convierte en un nuevo Estado, sino que deberá solicitar su ingreso a la institución y cumplir las condiciones rigurosas que esta exige. Un proceso que demora años. El gobierno catalán quiere creer que, en la práctica, la UE no llegará a aplicar. Pero no hacerlo sería un precedente que otras regiones con reclamos parecidos al catalán —como la Baviera alemana o la Lombardía italiana— podrían intentar aprovechar. Abandonar la UE sería una de las pérdidas más grandes para Cataluña, ya que dejaría de tener acceso a un mercado en el que las personas y bienes pueden moverse libremente sin necesidad de visados o tasas aduaneras.

Las empresas y universidades tampoco podrían participar en programas europeos de investigación, que suponen una importante fuente de financiación para muchos científicos. Por ejemplo, Cataluña tiene asignados 1521 millones de euros en ayudas de los Fondos Estructurales y de Inversión para el periodo 2014-2020, según datos de la UE.

Una Cataluña independiente nacería con una fuga de empresas y capitales que no le permitiría hacer frente a pagos como los sueldos de sus funcionarios "ni los primeros 100 días", decía el presidente del IEE, cuya sede está en Madrid. "Nadie le prestaría en euros al Estado catalán, así que tendría que imprimir su propia moneda y esta sería brutalmente inflacionista", aseguró a BBC Mundo. "Al no ser miembro de la Eurozona, su deuda no se podría utilizar como colateral para pedir financiación al Banco Europeo", afirmó. Cree que el mercado "no le va a dar opción" a la Generalitat y que esta "pondrá un corralito para que no se vayan los euros y hasta los catalanes independentistas intentarán sacar su dinero de los bancos". Utilizar una moneda extranjera significa no poder influir sobre los tipos de cambio ni los de interés. También puede encarecer las exportaciones, reduciendo así la competitividad.


Una serie de reveses para la independencia, parte de los cuales ya se hicieron patentes cuando los bancos comenzaron a cambiar su sede y hasta los propios independentistas a abrir cuentas espejo o sacar el dinero fuera de Cataluña.

Al quedar fuera de la Eurozona, Cataluña perdería la red de seguridad que supone el BCN, que durante la crisis rescató a varias entidades españolas.

Poco tiempo después de que Puigdemont anunciara que declararía la independencia de forma unilateral, dos de los bancos catalanes más grandes, el Banco Sabadell y CaixaBank, decidieron trasladar su sede a otras regiones de España y hasta frenó un poco la caída en bolsa que se producía desde el referéndum. Si bien esta acción no tiene efectos a nivel de impuestos ni implica el traslado de empleados, frenó un poco la caída en Bolsa que venían sufriendo a raíz del referéndum.

Una declaración unilateral de independencia generaría una "caída masiva de la actividad" que produciría un desplome de la economía que, a su vez, acarrearía una destrucción de  puestos de trabajo. Según el ministro de Economía español, Luis de Guindos, el PIB catalán se contraería entre un 25 y 30 por ciento en caso de secesión.
"En la Segunda Guerra Mundial, los países perdieron un 25% de su PIB. Estamos hablando de una situación de guerra en la que mueren millones de personas", dijo a BBC Mundo el catedrático.
"Si a alguien se le ocurre decir que el PIB de Cataluña va a caer un 30%, lo que está diciendo es que lo que le va a pasar a Cataluña es peor que una guerra mundial. No creo que sea el caso", añadió.
Los informes, incluso los de la Generalitat, dan por sentado que la producción del nuevo país sufrirá un boicot por parte de España.
La razón es que ya hay un antecedente. En 2004, el líder de un partido independentista hizo declaraciones contra la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012. Esto desató en el resto de España un boicot contra la industria del cava. Al sector le costó años recuperarse. No es de extrañar entonces que una de sus dos compañías más emblemáticas, Codorniu, decidiera a mediados de octubre trasladar su sede social fuera del territorio catalán y la otra, Freixenet, pueda hacer lo propio.
Durante los 19 días posteriores al referéndum del 1 de octubre, casi mil, en total 917, empresas retiraron su sede social de Cataluña, según los datos del Colegio de Registradores de España. Entre ellas, grandes firmas como Gas Natural Fenosa, una de las energéticas más grandes del país, que aseguró que se trataba de una medida "temporal".
Una independencia no es ninguna broma", añadió el también presidente de la Cámara de Comercio de España. "Realmente es un despropósito". "El 80% de sus compañías son multinacionales y muy pocas se quedarían. Si están ahí ahora es porque Cataluña está dentro de Europa. Si no, tendrían que pagar aranceles", aseguró Feito. Una de cada tres firmas exportadoras en España tiene su sede en esta región, que aporta el 25% de las exportaciones del país, según los datos del Ministerio de Economía. Según esta misma entidad, España compra el 40% de los productos que salen de Cataluña y otro 40% va a parar al resto de la UE. Además, el 14,3% de los turistas que visitan la región proceden del resto de España.
Cataluña aporta unos 70.300 millones de euros a las arcas españolas, más que el resto de regiones, según los datos del Ministerio de Hacienda más recientes (2014). De estos, el gobierno central se queda con unos 11.500 que utiliza para ayudar a áreas más pobres como Extremadura o las ciudades de Ceuta y Melilla. "En otras palabras, España hace negocio", opinó Sagués.
Con 22 kilómetros de muelles y amarres, en 2016 tuvo un tráfico de toneladas superior a los 48 millones.
El puerto resulta clave también para el turismo: casi cuatro millones de pasajeros pasaron por ahí el año pasado. Además, cruceros como el Harmony of the Seas, el más grande del mundo, lo tienen de base.
el puerto relevante ubicado en Cataluña es el de Tarragona, donde también se encuentra la mayor red de la industria química del país.
En Cataluña, operan varios aeropuertos, entre ellos, El Prat, que rivaliza en número de pasajeros con el de Adolfo Suárez-Barajas, en Madrid. El año pasado vivió el mejor de su historia, con 44,1 millones de viajeros. La región también acoge a dos de las seis centrales nucleares que hay en España y que producen el 40% de su energía nuclear.

Uno de los temas más espinosos es el de la deuda externa que tendría el nuevo Estado catalán. Los informes del CATN dicen que Cataluña debería asumir la deuda que se encuentra a nombre de la Generalitat, los gobiernos provinciales y los municipales. Esta asciende a unos 90.000 millones, que equivale al 35,4% de su PIB. De estos, 61.000 millones corresponden a compromisos con el gobierno de España. Pero la deuda a nombre del Estado español se utiliza para gastos e inversiones en beneficio de todas las regiones, incluida Cataluña, por lo que muchos insisten en que esta debería hacerse responsable de su parte correspondiente. El exdirector de la Bolsa de Barcelona, José Luis Oller, cifró en 180.000 millones de euros el peso de la economía catalana en la deuda del conjunto de España durante un debate celebrado hace dos años en el Colegio de Economistas en Barcelona, según publicó entonces el diario El País. Además indicó que había que sumar el valor de los activos que el Estado tenía en Cataluña, que estimó en 50.000 millones de euros. La deuda total de una Cataluña independiente, según sus cálculos en esa época, era de unos 290.000 millones de euros o el 145% de su PIB. El CATN niega que Cataluña deba aceptar las deudas contraídas para inversiones y obras realizadas fuera de esta región. Sin embargo, aconseja negociar aquella deuda que no se pueda atribuir a un territorio concreto, siempre que el Estado español transfiera al nuevo país parte de los activos que fueron comprados con ese dinero.
Por ejemplo, si el España se endeudó para crear una empresa pública que funcione a nivel nacional, Cataluña asumirá parte de la deuda siempre que reciba las acciones correspondientes de esta compañía.
Como las posibilidades de negociación parecen ser pocas en este momento, en caso de secesión, lo más probable es que España tenga que pagar sola el total de las deudas mientras dirime el conflicto con el nuevo país en los tribunales internacionales, según explicó Feito.
Cataluña también cree que España debe repartirle "equitativamente" los bienes públicos que se encuentren fuera del país como las sedes embajadas, las plataformas petrolíferas, las bases militares, las cuentas corrientes en bancos extranjeros y los satélites espaciales, según el CATN.

España es una potencia turística y el año pasado batió récords con 75,3 millones de visitantes extranjeros, casi un 10% más que en 2015. Pero casi una cuarta parte (el 22,5%), tiene como destino Cataluña, que en 2016 recibió a 17 millones de viajeros foráneos. Unos cuatro millones menos que la región que ocupó la segunda posición: las islas Baleares.


Sus 580 kilómetros de costa ofrecen playas paradisíacas a las que se puede acceder con facilidad en tren o autobús. En invierno, sus montañas en los Pirineos están entre las favoritas de los esquiadores.
Pero la región también tiene una importante oferta cultural gracias a su riqueza en Patrimonios de la Humanidad como las obras del arquitecto Antonio Gaudí que se reparten por toda Barcelona. Entre ellas, se encuentran el Parque Güell, la Sagrada Familia y la Casa Milà. No solo estas quedarían fuera de España, sino que la Generalitat también podría exigir la devolución de los archivos, bienes culturales y patrimonio nacional que hagan referencia a Cataluña o cuyo autor haya sido catalán, según el CATN. Esto significaría que obras de autores como Salvador Dalí o Joan Miró que en la actualidad se conservan museos madrileños como el Reina Sofía deberían entregarse al nuevo Estado.

Esperemos que no se llegue nunca a negociaciones sobre los repartos.