Seguramente te ha pasado alguna vez, sin duda alguna, en tus reflexiones.
Estoy convencido de que en algún momento de tu vida te has preguntado si
siempre tomaste el camino acertado, o si, de haber tomado otro, hubiera
cambiado tu vida y cuál sería esa vida y ver las diferencias con la que te ha
tocado vivir, la que ahora vives como consecuencia de todas las decisiones que
hasta ahora has venido tomando.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHzww5pvpCpd7gz0pzvrROCVZDrSnrMbmE0ZqG9kO4_Agctj91ULCi1vb66uoy1mRhHHFdkGiedFb7E1xvSijFX8QmbeUfjRg7rJbQ8zjszoDQ_fHZklFs3zTA2edY7t5w6YLk0ePOIL8/s1600/_juanramon_e902d3041.jpg)
A mi me ha ocurrido y no sólo una vez. Este ha sido siempre el interrogante
que ha presidido mi vida y me acompañará a lo largo de mi existencia, buscando
respuestas que solo obtendría retrocediendo en el tiempo, si fuera posible
volver a empezar desde un punto concreto del pasado, - como rebobinando la
cinta cassette o retrocediendo y dando marcha atrás al video de nuestra vida -,
con el fin de satisfacer mis ansias de saber qué me hubiera deparado la vida o
que partes de ella hubieran cambiado, de haber sido otros mis actos y
decisiones en aquellas circunstancias concretas de ese pasado.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6AYsGZ-7c6VxFtcNANzbjEk_ARNpfHwFU73LyqfRmCfdi2PHGbeWxD8zzVnMf6AT10cjF5wgfgT137Jk5Dod-u7idS1dvnGrqJeO9J6CRRw8h86u-NdNiK4PQ0bLbv4zN3RgMqewbEbE/s1600/_juanramon_e902d304.jpg)
Estoy convencido de que, de decir SÍ a decir NO en determinados momentos,
hubiera provocado un cambio significativo en el rumbo de los acontecimientos,
así como estoy seguro de que de hacer a no hacer algo y viceversa, hubiera sido
como poner una gota o no ponerla en ese océano de mi actividad vital. Porque,
si cualquiera de las anteriores posturas no hubiera producido cambios y mi vida
hubiera seguido siendo la misma, no me preocupa, pues contento estoy, pero no
por ello volvería a hacer lo mismo que hice, sino que haría algo diferente, o
lo contario, para poder tener dos o más versiones de mi vida. Me imagino lo
bonito que sería poder tener varias películas de mi propia vida y poder
contrastarlas las unas con las otras y poder cambiar mi actuar, como protagonista,
y el de los demás personajes, como si de un juego electrónico se tratara.
Si la propia vida hiciera posible lo dicho, a parte de lo divertido que
sería, no me preocuparía cualquier decisión que tomara, dado que siempre podría
darle al botón del retroceso y volver a empezar haciendo los cambios que se me
antojaran, sin miedo a equivocarme porque podría cuantas veces fuera necesario
volver al punto concreto en que tomé una decisión equivocada o hice algo no
acertado. Es más, no tendría miedo siquiera a la muerte, pues llegado este
momento, me estaría permitido volver a cualquier punto de mi vida, y desde el punto elegido hasta podría
hacer cambios de hábitos y costumbres que me la alargaran. Podríamos, -se me
ocurre-, hasta vivir y codearnos con distintas generaciones y ver los avances y
progreso de las futuras venideras. Pero, sobre todo, podríamos aconsejar a los
demás sobre las mejores formas de comportarse, para, sin necesidad de dar
marcha atrás en su vida, no cometieran un solo error del que debieran
arrepentirse.
Isidro Jiménez
(Relato corto de isidrojimenez.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario