sábado, 19 de diciembre de 2015

REFLEXIONES PREVIAS AL VOTO

REFLEXIONES PREVIAS AL VOTO
Elecciones Generales 20-D de 2015

Me encuentro en un momento de esos que denominaríamos de crispación, pues no puedo hallar el momento más idóneo en el que poder centrarme para reflexionar en la mar de cosas que chispean en mi cabeza, discurriendo a todo galope por  las distintas áreas y lóbulos  de mi cerebro, cosas todas ellas que requieren de un profundo razonamiento unas y de un ejercicio de rechazo otras, todas ellas dirigidas y enfocadas hacia la consecución de obtener el análisis correcto a través del cual deducir cuál ha de ser mañana mi voto.



Me imagino ante una bola de cristal y, sintiéndome pitonisa o vidente, trato de ver el futuro de España intentando tener la realidad exacta de un futuro incierto. En este ejercicio nuevo de médium me pasan infinidad de imágenes.

Por un lado veo líderes mesiánicos que tratan de ser eso, el mesías de su comunidad, pero que su principal objetivo no es otro que el de pasar a la posterioridad como héroes de la historia y de grandes hazañas. Veo por otro lado el resurgir de nuevas figuras, más de barro y paja que otros talentos que abundan en la sociedad, que se afanan en la persecución del poder, el escaño del Congreso y la pensión, coches y escoltas del futuro y, por qué no, el formar parte de los Presidentes de esta etapa que le hemos llamado de transición. Ahondo más en el fotograma de mi entendimiento y vislumbro que, mientras unos tratan de resurgir y aposentarse, otros intentan y luchan por seguir en el poder argumentando que son la solución y que sin ellos España irá a la deriva o retornará a lo que ya llaman pasado, aunque bien es cierto que todavía la crisis, no la estamos pasando, es que no hemos salido de ella, pues fue el crédito su medio de solución y el crédito es crédito porque se paga en el tiempo para devolver la deuda mejor.

Todos ellos, lo que ansían la heroicidad, lo deseosos de llegar al poder y los que están por renovarlo, han hecho un ejercicio frenético intentando influir en las gentes para conseguir con sus gestos de acercamiento, sus propuestas y discursos, sus programas y campaña en general que sea su lista la que el votante deposite en la urna.

De los mesiánicos y los componentes de su congregación, no me apetece ni hablar, pues a la vista están sus pretensiones y ni merece la pena seguirles el juego haciéndoles héroes de la historia por el hecho de quedar para la posterioridad en mi blog, cuando en realidad ni en la historia nunca se les ha de nombrar, así lo considero yo, para que las nuevas generaciones nunca falsamente los puedan aupar.


Las figuras salientes como nuevos aspirantes al poder, me preocupan si cabe más, porque son primerizos y faltos de experiencia y nos han venido hablando en los mítines, debates y televisión como si estuvieran fraguados ya en la, como diría Platón, la res pública, o en la gestión pública como ahora decimos. Todos nos han venido anunciando que, de todo lo que se ha hecho, nada bien hecho está y que en mayor o menor medida habrá que cambiar y hasta algunos llegan más lejos cuando sostienen que la Constitución hay que modificar o que es necesario derogar la Reforma Laboral. Estos mismos nos han venido hablando de cifras que gracias a internet cualquier votante puede encontrar, pero pretendiendo a veces engañarnos con medias mentiras o falta de verdad o callando porque el que calla otorga.


Pero sin duda se lo han currado, se han adaptado con rapidez a los medios, se han acercado a la ciudadanía en despliegues importantes por el país, hasta el punto que han obligado a los de siempre a hacer otro tanto de lo mismo y olvidarse del plasma. Han creado un clima de campaña electoral algo diferente y hasta han creado algún episodio, en el debate de dos, que a la ciudadanía le ha gustado al oír lo que decían y que, después en la reflexión, tal vez lo hayan considerado fuera de lugar y una pérdida de temple para quien aspira a templar la España actual, sobre todo teniendo en cuenta que los partidos de ambos debatientes no han de enseñar los dientes en tema de corrupción. Han rectificado muchas veces en temas de importancia y, aunque se dice que el rectificar es de sabios, en política no se puede jugar con rectificaciones, que el pueblo llano ya comprendió el error del político antes de que éste rectificara, pues jugar con las ideas en temas candentes, cambia a la gente su idea sobre el anunciante.

Tenemos una oportunidad de votar más complicada que otras veces en que teníamos dos alternativas diferenciadas y homogéneas, la derecha y la izquierda. Ahora tenemos otro tanto de lo mismo, pero más disperso. Esa dispersión es la clave del rompecabezas, pues es notorio y sabido que, a falta de una mayoría absoluta de ningún partido, habrá que formar gobierno contando con esos dispersos, por llamarlos de alguna manera, pues la pugna está en los porcentajes de voto de quienes por primera vez aspiran a la Moncloa.


 Los que comulgan con la derecha deben tenerlo más claro a quien votar, por el hecho de que el partido de derechas tira al centro y el de centro tira a la derecha, de ahí que su alternativa entre uno y otro sea más modesta, porque votando a uno u otro votando a la derecha estará. Pero, los que se posicionan en la izquierda, se juegan mucho más con su voto y su confusión ha de ser mayor, al encontrar tanta izquierda en fragmentos que puede llevar al votante al desconcierto de votar sin acierto.

Comulgues con quien comulgues, seas afín a la derecha o la izquierda, seas indeciso o tengas tu voto resuelto, no has de caer en el error de la abstención, de lo contrario no contribuirás a una España mejor.

Isidro Jiménez









No hay comentarios:

Publicar un comentario